La fecha fue proclamada por la Conferencia General de la UNESCO, en el año 1995, que simbólicamente celebra la literatura universal.
La fecha conmemora el fallecimiento de los escritores William Shakespeare, Miguel de Cervantes y de Garcilaso de la Vega (el Inca). Según expresa la UNESCO en su página oficial, «este día rinde homenaje a los libros y a los autores y fomenta el acceso a la lectura para el mayor número posible de personas. Trascendiendo las fronteras físicas, el libro representa una de las invenciones más bellas para compartir ideas y encarna un instrumento eficaz para luchar contra la pobreza y construir una paz sostenible.»
La defensa del libro y del derecho de autor es la manera en que la UNESCO apoya tanto la creatividad, como la diversidad y la igualdad de acceso al conocimiento, en particular, según declara el organismo internacional, «a través de su Red de Ciudades Creativas de la Literatura, la promoción de la alfabetización, el aprendizaje móvil y el libre acceso a los contenidos científicos y los recursos educativos». Prosigue afirmando que «con la participación activa de las partes interesadas –autores, editores, docentes, bibliotecarios, instituciones públicas y privadas, ONG humanitarias, medios de comunicación y cualquier otro interlocutor que se sienta implicado en esta celebración– el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor congrega a millones de personas en todo el mundo.»
Año tras año, en la Sede de la UNESCO se realiza un importante evento que consiste en que librerías, casas editoriales y artistas compartan su pasión por el libro y la lectura, brindando talleres para los jóvenes.
En esta significativa fecha, además, la UNESCO invita a todos quienes lo deseen a sumarse a esta celebración, como una manera de ubicar al libro como «vector del conocimiento, la comprensión mutua y la apertura del mundo a la diversidad.»