Tomado conocimiento del brutal hecho ocurrido el pasado jueves en Santa Victoria Este, donde una menor resultó abusada sexualmente y golpeada, el Juzgado de Menores en turno tomó intervención por la posible participación de otro menor como sospechoso.

La comisión especial está conformada por investigadores y técnicos criminalistas del Cuerpo de Investigaciones Fiscales pertenecientes al Departamento de Investigaciones de la Unidad de Delitos contra la integridad sexual del distrito centro y profesionales del Departamento de Criminalística, que partieron hacia Alto La Sierra a efectos de contribuir con el despliegue de las tareas de investigación, bajo las directivas que considere el magistrado interviniente.
El hecho ocurrió en la Comunidad wichí «Bajo Grande», ubicada en Santa Victoria Este. La niña fue alcoholizada, abusada y golpeada hasta casi darla por muerta, según consignó el medio Multivisión.
Por la gravedad de las heridas la menor fue derivada desde el Hospital de Alto la Sierra hasta el nosocomio de Tartagal. Ya en éste, se le detectaron tres heridas cortantes en su cabeza, diagnosticándole traumatismos encéfalo craneanos de gravedad, también tenía moretones en todo su cuerpo y signos de ahorcamiento. Horas más tarde, se confirmó el abuso sexual.
La familia de la menor denunció que en el grupo que obligó a ingerir alcohol a la niña, había menores y mayores de edad, y por el aberrante hecho sólo se detuvo a un menor de 14 años que tendría un parentesco con la víctima.
No sólo los números no cesan, sino que a ese dolor este año el norte se enlutó con la muerte de dos niñas: Pamela Julia Flores, una nena wichí de 12 años que había desaparecido el 12 de enero y cuyo cuerpo fue encontrado el 15 de ese mes, al costado de la ruta nacional 81, cerca del acceso a su comunidad, Kilómetro 2 del municipio de Embarcación en el norte provincial. El segundo caso, fue el de la niña wichí Florencia Isabel Torrez, de 14 años, asesinada el 5 de marzo en la localidad de Pichanal.