Los diputados que votaron junto con los libertarios en contra de la reforma jubilatoria no serán expulsados de la bancada. Las diferencias entre las distintas corrientes quedaron expuestas y el sector que responde a Manes puso en duda el liderazgo de su presidente, Rodrigo de Loredo
“El bloque no se rompió pero nunca más vamos a tener un radicalismo votando de manera conjunta”. La frase pertenece a una legisladora del sector más confrontativo con el Gobierno que no ocultaba su fastidio al retirarse antes de la reunión de la bancada de la UCR en la Cámara de Diputados.
Los cuatro legisladores que la semana pasada desataron una crisis partidaria cuando votaron junto con los libertarios en contra de la reforma jubilatoria -Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol y Pablo Cervi- finalmente no fueron expulsados ni sancionados. Cabe aclarar que distinto era el caso de Federico Tournier, el quinto “radical libertario”, ya que no pertenece formalmente a la UCR, sino que se incorporó al bloque por un acuerdo parlamentario. Finalmente, hicieron valer su mayoría el jefe de la bancada, Rodrigo de Loredo, los legisladores que responden a los gobernadores y otro puñado de diputados “neutrales”.
El sector referenciado en Facundo Manes y los que responden al tándem Martín Lousteau-Emiliano Yacobitti sostenía que el bloque no puede seguir funcionando con “topos” del oficialismo. También reclamaban cambios en la dinámica de conducción del bloque para contener a todas las tendencias internas. Algunos directamente se retiraron antes de que terminara la reunión, molestos con De Loredo y Karina Banfi, a quienes acusaron de “suspender el debate para que un par se vayan a comer asado con Milei”.
“Vamos a seguir exigiendo un cambio en la conducción del bloque. Ni De Loredo ni Banfi pueden seguir siendo las autoridades. Además de no conducir en la práctica, desoyen las decisiones del partido nacional”, aseguró un hombre cercano a Manes.
Para tratar de sostener la homogeneidad del bloque a futuro, desde la conducción del bloque intentaron someter a votación una nueva modalidad de funcionamiento: si el bloque resuelve por mayoría votar en algún sentido, los que no estén de acuerdo deberán acatar la posición mayoritaria. No se llegó a votar. Ante la consulta de Infobae, igualmente reconocieron que “se van a respetar las minorías”, adelantándose a posibles votos divididos.
“En la reunión del bloque UCR quedó evidente la falta de conducción. Cinco diputados se hicieron oficialistas, pero el presidente del bloque los dejó participar. Es imposible. No les entregaremos la UCR a Milei ni sus acólitos”, publicó el formoseño Fernando Carbajal en sus redes sociales cuando todavía sus compañeros seguían reunidos.
En la práctica, varios de los diputados que participaron de la reunión reconocieron que es probable que los 33 radicales nunca vuelvan a votar de forma unánime. “Ya vamos a ver con universidades, sacaríamos menos votos aún que con jubilaciones”, planteaba una referente de Evolución, que ponía en duda la posición de sus compañeros ante un nuevo veto de Milei.
A pesar de todo, la Convención Nacional, órgano partidario que conduce Gastón Manes -hermano del neurocientífico-, suspendió ayer las afiliaciones de los cuatro diputados díscolos a la espera de una definición del Tribunal de Ética de la UCR, que podría expedirse a favor de su expulsión del partido.
La posible sanción no parece preocupar mucho al tucumano Mariano Campero, que se fue directamente de la reunión de bloque a la quinta de Olivos para compartir un asado junto al presidente y los otros 86 “héroes” que “defendieron en equilibrio fiscal”.
Tras la reunión, el bloque difundió un comunicado oficial en el que plantearon la importancia de resolver las diferencias por mayoría: “Buscaremos siempre los acuerdos y consensos internos, tomando decisiones por mayorías, una regla básica de la democracia, dentro del marco de las diversidades de opiniones que existen en el partido y por lo tanto también en nuestro bloque. Todas las diferentes posiciones y opiniones, por más minoritarias que sean dentro del bloque, son respetadas y tenidas en cuenta pero, como en cualquier cuerpo colegiado, deben primar las decisiones del colectivo mayoritario, sin excluir a quien piense de una manera distinta”.
La respuesta del sector de Manes fue contundente y dejó expuesta una vez más la profundidad de la crisis interna: “Desmiento la información contenida en este comunicado que no expresa lo sucedido en la reunión. No hubo votación y menos aún una decisión mayoritaria de nada. Entre 4 o 5 no pueden imponer sumisión al oficialismo”, publicó Fernando Carbajal en sus redes.