El Gobierno tomó una decisión clave en línea con reducir la carga tributaria y ayudar a dos procesos: la desinflación y la mejora de la actividad económica. La opinión de los analistas y las cámaras de importadores y exportadores.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la reducción del Impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% que impactará en el dólar comercial para las importaciones de bienes y fletes. En este marco, las empresas calificaron la medida como «positiva» y aseguraron que tendrá incidencia en una rebaja de precios. Sin embargo, volvieron a resaltar la necesidad de salir del cepo cambiario y regularizar las operaciones de comercio exterior.
«Lo que vamos a hacer nosotros es llevar la rebaja del impuesto PAIS a la rebaja de precios, directamente, confiando en que es una medida que va a permitir generar mayor competitividad y sobre todo, darle más oportunidad a los clientes como a los consumidores para que accedan a los productos. La baja se hará de forma instantánea», expresó una alta fuente de una empresa alimenticia a Ámbito.
Sin embargo, otro empresario del sector automotriz pone un poco más de reservas: «Seguramente los precios tendrían que bajar 4/5% pero hace ya dos meses que casi no aumentan y este sería el tercer mes, con lo cual la baja del impuesto queda neutra».
El anuncio llegó en el momento indicado: el mercado estaba esperando la baja del impuesto PAIS. En los últimos días, los importadores estaban retrasando sus negocios al exterior a la espera de que la medida entrara en vigencia. El Gobierno busca como efecto precisamente una rebaja de precios que ayude a acelerar el proceso de desinflación.
La medida se sumará a otras con las que está trabajando el equipo económico para bajar aranceles en la importación de insumos básicos que favorezcan la competitividad. Sin embargo el análisis de este ítem es más complejo y no se esperan anuncios inmediatos.
Federico Vacarezza, profesor de Comercio Internacional de la Universidad Austral expresó que está de acuerdo con la medida, sin embargo resaltó que este impuesto en un principio iba a ser «transitorio» y terminó generando «profundas lesiones y distorsiones al Comercio Exterior». Para Vacarezza, eliminar el impuesto PAIS «es una medida urgente y necesaria».
«Se llegó a un desajuste de tal magnitud que primero tenés que quitar ese impuesto y después ir levantando gradualmente el cepo en función de la disponibilidad de dólares disponibles», agregó.
Desde el punto de vista del dólar, esta reducción de la alícuota hará que el dólar importador arranque cerca de $1.030, levemente por encima del «blend», «lo que redunda en una convergencia “virtual” entre el dólar importador y “blend” (sin una aceleración del «crawling peg» de 2% m/m)», explicó Delphos Investment.
Otros puntos a tener en cuenta tienen que ver con la demanda de divisas, recaudación e inflación. Para los analistas, «en la recaudación habrá un impacto inmediato, que caería cerca de $430.000 millones mensuales. Esto representa el 5% de la recaudación tributaria del gobierno nacional, que deberá ser cubierta en el corto plazo por los ingresos extras del impuesto a las ganancias, la moratoria y el blanqueo».
El segundo punto que esgrimen es que la demanda de divisas «aumentaría a mediano plazo por el abaratamiento relativo de las importaciones, lo que ayuda al lento pero sostenido incremento de la actividad. Adicionalmente, se observa en el mercado oficial de cambios una menor demanda de importadores, que se encuentran a la espera de la rebaja del impuesto PAIS para cursar sus pagos al exterior, lo que impulsaría la demanda de divisas en el mercado oficial en el corto plazo».
Por último, destacan que el impacto en la marcha de precios será más «difuso». «El traslado a los precios minoristas de los bienes importados se realizará con el transcurso de los días/semanas. En un escenario intermedio, la reducción del IPC de septiembre podría estimarse en 0,5/0,6 puntos porcentuales, colaborando con el proceso de desinflación», explicaron.
Según Marcelo Elizondo, director del Comité de Economía Internacional del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) el impacto directo es que bajará el costo de las exportaciones, lo que abarata las importaciones. «La Argentina está este año con un nivel de importaciones bajísimo, con además una caída muy fuerte en relación al año pasado, de más del 20%».
Para Elizondo, las importaciones han estado trabadas por distintas vías. Mientras que algunas no se corrigen como los aranceles altos, otras están en proceso de corrección como los plazos de pago. El tercer punto, es el impuesto PAIS. «La baja del impuesto PAIS es muy buena porque permite el acceso a bienes de capital, tecnología, insumos para la producción de manera más barata. El segundo impacto, es que mejora la capacidad de producir. Me parece también que hay una ventaja indirecta a la exportación que es lo que hace que la Argentina sea más competitiva y menos cerrada, no sólo para importar sino también para exportar».
Desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), en diálogo con este medio calificaron esta medida como un «paso necesario, pero con camino por delante». En un breve comunicado destacaron que la baja de impuestos como aranceles a materias primas, insumos o bienes importados podrían tener un efecto positivo sobre los precios en el mediano plazo. «Su impacto es directo», explicaron.
A su vez, afirman que podrían darse picos de importación producto de la postergación de las nacionalizaciones ante la noticia de la reducción del impuesto PAIS y no por nuevas importaciones. Por último, afirman que hay «excedentes de stock y una demanda que no termina de despegar» para recién ver un crecimiento en las importaciones.
«El comercio exterior necesita continuar su camino de eliminación de impuestos distorsivos, la eliminación del cepo cambiario, la revisión de los costos y competencia de la logística y los puertos entre otros temas», concluyeron.
La Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) destacaron a este medio que la rebaja del Impuesto PAIS es positiva y representaba una «pérdida no recuperable para el exportador» y además tendrá una «implicancia muy importante sobre los costos de producción en toda la economía». Sin embargo, también reclamaron al equipo económico por otros avances que favorecerían al sector.
«En el camino de la ganancia de la competitividad hemos plantado al ministro Caputo, con conocimiento al ministro Sturzenegger la necesidad de eliminar las restricciones adicionales que se impusieron en 2022 al recupero del IVA. Esperamos también este tema central para la producción, el empleo y por supuesto la generación de divisas, tenga la misma respuesta», señalaron.
Por último, concluyeron que otros temas a poner en carpeta son: «esquemas de incentivo al exportador mediante la eliminación de derechos a partir de parámetros históricos en tanto su situación fiscal no nos permita avanzar más sobre su eliminación. Además, debemos considerar modalidades de recupero de impuestos como el de débitos y créditos, los cuales no pueden constituir parte del costo para el exportador porque lo pone en desventaja con la legislación y práctica internacional que aplica nuestra competencia».
En resumen, de un lado y del otro, el comercio exterior celebra el incentivo. El siguiente paso será para cada uno normalizar el mercado de cambios, un tema central para reactivación económica pero que quedará, quizás para 2025.