Hombres armados secuestraron a más de 200 alumnos en el asalto a una escuela en el noroeste de Nigeria, según un profesor y residentes locales, en uno de los mayores plagios registrados en años en este país del oeste de África.
Los secuestros masivos para obtener rescates económicos son habituales en Nigeria, el país más poblado de África, especialmente en centros educativos.
El secuestro del jueves se produce casi diez años después de que los yihadistas de Boko Haram secuestraran a más de 250 alumnas de Chibok, en el noreste de Nigeria, desatando la indignación internacional. Algunas de esas niñas siguen desaparecidas.
Los secuestros masivos para obtener rescates económicos son habituales en Nigeria, el país más poblado de África, especialmente en centros educativos, aunque estos ataques se habían reducido recientemente.
Las autoridades del estado de Kaduna informaron el viernes del ataque perpetrado la víspera en la escuela de Kuriga, pero no detallaron el número de rehenes porque todavía estaban contabilizándolos. Al menos una persona murió durante el asalto, según algunos residentes.
El secuestro del jueves se produce casi diez años después de que los yihadistas de Boko Haram secuestraran a más de 250 alumnas de Chibok, en el noreste de Nigeria, desatando la indignación internacional. Algunas de esas niñas siguen desaparecidas.
Sani Abdullahi, uno de los profesores de la escuela GSS Kuriga, explicó que parte del personal y de los estudiantes pudieron escapar mientras los asaltantes disparaban al aire.
«Estamos intentando determinar el número real de niños secuestrados», declaró a funcionarios locales.
«En la escuela secundaria de Kuriga hay 187 desaparecidos, mientras que en la escuela primaria, 125 niños estaban desaparecidos pero 25 volvieron», afirmó.
«Más de 280 han sido secuestrados. Al principio pensábamos que había 200, pero tras un recuento detallado descubrimos que los niños secuestrados son un poco más de 280», aseguró.
«Imploramos al gobierno (…) que nos ayude con la seguridad», pidió otro residente, Musa Muhammed, quien afirmó haber oído «disparos de bandidos» a primera hora de la mañana.
«Por ahora desconocemos el número de niños o estudiantes secuestrados», declaró el gobernador del estado de Kaduna, Uba Sani, a los periodistas en el lugar.
Las estimaciones del número de personas secuestradas o desaparecidas en Nigeria suelen disminuir cuando las personas que consiguen huir de los asaltantes regresan a sus hogares.
Amnistía Internacional condenó los secuestros en Kaduna e instó a las autoridades a proteger mejor las escuelas. Estas «deberían ser lugares seguros, y ningún niño tendría que elegir entre su educación y su vida», escribió la oenegé en la red social X.
El presidente Bola Ahmed Tinud llegó al poder en 2023 prometiendo, como sus predecesores, hacer frente al enorme reto de la inseguridad, alimentada entre otros por los grupos yihadistas y los bandidos del noreste.
En los últimos años, centenares de niños y estudiantes sufrieron secuestros en masa en el noroeste y el centro de Nigeria. La mayoría fueron liberados tras pagar un rescate, tras semanas o meses cautivos.
Más de 100 mujeres están desaparecidas en el noreste desde la semana pasada, tras un secuestro masivo atribuido a yihadistas.