El mercado cambiario atraviesa una etapa de calma impulsada, principalmente por la escasez de pesos, la licuación de ingresos y un dólar oficial pisado. El mercado descarta por ahora una devaluación.
Tras la devaluación del dólar oficial de diciembre, el Banco Central (BCRA) viene manteniendo un crawling peg del 2% mensual y el mercado esperaba el viernes pasado anuncios de un salto del tipo de cambio o del inicio de un sendero dolarizados. Pero eso no se confirmó en la realidad y el lunes las proyecciones en ese sentido se diluyeron.
Sucede que, con la elevada inflación de los últimos meses que se va consumiendo la competitividad de ese tipo de cambio, la expectativa respecto del anuncio de Javier Milei en el Congreso de una aceleración del ritmo de devaluación del dólar mayorista o de un fuerte salto cambiario marcó el viernes la evolución de los tipos de cambio paralelos y del mercado de futuros.
La economía argentina se encuentra impactada por una muy alta inflación, este fenómeno genera una licuación de los pasivos en general, y de los impuestos en particular.
La caída de las cotizaciones fue tan fuerte que redundó en una reducción contundente de la brecha cambiaria, el dólar blue llegó a $1.015, a un paso de perforar los $1.000, aunque el MEP lo superó en los $1.030.
Los contratos de futuros de dólar que cotizan en Matba-Rofex revirtieron totalmente la tendencia que mostraron el viernes, cuando habían subido muy fuerte en poco tiempo. Los contratos de dólar futuro se desplomaron 6% para el contrato de marzo ($873) y hasta 5,5% para el contrato de abril ($931). Tal como explicó a Ámbito el analista de Epyca Consultores Joel Lupieri, esto se debe a que «el viernes había tenido un comportamiento muy atípico por la especulación respecto de que el mandatario haría algún anuncio referido a la dolarización».
El dólar paralelo venía de registrar sendas subas en diciembre y enero, pero el segundo mes de 2024 presentó un abrupto cambio de tendencia, a tal punto que anotó una baja récord del 13,8% (-$165) en apenas 29 días. Y la tendencia se mantiene este mes y se confirma ahora que se disiparon los rumores de una posible devaluación del peso en el corto plazo.
Desde el Gobierno consideran que el tipo de cambio oficial es razonable y que los dólares financieros estaban muy caros y así justifican por qué no es necesario acelerar el ritmo de devaluación. De esa manera, alejan también los rumores y la expectativa de una nueva devaluación fuerte, de la dolarización inminente y de una aceleración del crawling peg.
Así, por el momento, todo parece indicar que esta tendencia de calma se mantendrá, al menos, en los primeros días de marzo. Sin embargo, hacia adelante los analistas plantean una duda respecto a la estabilidad de las variables y sus tendencias actuales y es que señalan que no parece consistente tener una inflación del 15% mensual y un dólar que no se mueve prácticamente.
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