La inflación de febrero se va a ubicar en torno del 15%, indican las primeras estimaciones privadas que se conocen, un dato que, a criterio del presidente Javier Milei, sería un “numerazo” en función del contexto económico que vive la Argentina. Recordemos que el IPC marcó un 25,5% en diciembre y un 20,6% en enero.
En las dos primeras semanas del mes que está por concluir, los precios tuvieron una desaceleración muy importante, para luego mantenerse más o menos estables en la tercera. El cierre del mes, en tanto, siempre depara algún ajuste más.
Pero como ya lo advierten analistas privados, la ansiada meta de bajar a un dígito parece que tendrá que esperar algunos meses porque la recomposición de precios relativos apenas arranca.
Es más, algunos suponen que la inflación de marzo va a estar más cerca del 15% que del 10%, como producto de todos los incrementos de regulados y cuestiones estacionales que afectan a ese período en particular del año. Van a ser un par de meses más parecidos a febrero.
Fausto Sportorno, el economista jefe del Centro de Estudios Económicos, Orlando Ferreres anticipó el resultado de las estimaciones que elabora todos los meses esa consultora. “Va a estar alrededor de 15% en febrero y marzo va a estar parecido por cuestiones estacionales. Va a estar uno o dos meses parecido y después debería ceder”, dijo en una entrevista.
Tal cual lo señaló Ámbito días atrás, la inflación de un dígito va a tardar un poco más en llegar. Y todo ello se da en el marco de una ecuación poco frecuente ante un atraso del tipo de cambio.
De seguir al actual ritmo, en un par de semanas el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) habrá perdido la competitividad que obtuvo por la devaluación del 13 de diciembre. El TCRM se va a empezar a atrasar, pero ese indicador que muestra la relación de precios de los productos locales con los de sus socios comerciales, no tiene una contraparte en los dólares. Hay pocos. La lógica indicaría que un atraso debe tener como contraparte una mayor cantidad de moneda extranjera.
“No hay razón estructural para que se atrase entonces una de dos, o se devalúa o baja la inflación”, plantea Spotorno. Como la intención del gobierno no es devaluar nuevamente, todo indicaría que los precios deberían empezar a ceder. Y los precios libres están mostrando ese efecto, aunque el problema es que queda por delante la actualización de tarifas y salarios, que van a impulsar los valores hacia arriba.
Según indica la consultora Focus Market, los precios libres que se pactan en los canales minoristas están desacelerando fuertemente. En febrero subieron 9,8%, dice la consultora en su último reporte. Es decir, entraría en la dinámica de un dígito.
“La inflación en consumo masivo desacelera en el mes de febrero de 2024 casi 16 puntos respecto de enero de 2024 que estuvo en 26,2%”, sostiene Damián Di Pace, el director de Focus Market. Pero como es casi obvio, el menor ritmo inflacionario viene de la mano de una baja muy fuerte del consumo.
El reporte aclara que “la caída del consumo masivo en este mes fue de casi el 23%”. Los precios no regulados de la economía se están desplomando porque las empresas no pueden vender.
“Luego de los fuertes aumentos acumulados entre diciembre de 2023 y enero de 2024 las listas de precios hacia canal minorista vinieron con una novedad de descuentos para convertir el stock y excedentes en mejor flujo de ventas”, explica la consultora.
Focus Market plantea, en ese sentido, que “la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda e ingresos de los argentinos está muy por debajo de la variación de precios en productos básicos en la economía”.
Un informe que realizó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) advierte sobre el problema de la aceleración de precios que se viene registrando desde el último trimestre del año pasado, que no ha sido acompañado por las tarifas de servicios públicos.
La brecha entre la inflación núcleo de ese período y los regulados pasó de un rango de 20 puntos a 60 en favor del IPC. Para poder bajar la inflación y obtener un superávit fiscal a fin de año los precios regulados tienen que subir más que el resto.
“El arroz es el producto de consumo masivo con mayor aumento interanual en el 951%. La producción de arroz en Argentina en la campaña 2022/23 fue la más baja de los últimos 13 años marcado por la adversidad climática”, destaca Di Pace.
El reporte advierte que “la producción cayó casi 25%” y detalla que “durante 3 años en forma consecutiva los campos arroceros padecieron sequía que afectó los trabajos de riego y una pérdida del área sembrada del 10%”.
En el top 10 de los productos que más aumentaron en febrero se encuentran: Detergente para ropa 46,6%, Arroz 46,4%, Desinfectantes 40,4%, Maquinitas de afeitar 39,1%, Cremas dentales 34,4%, Caldos 31,7%, Pañales 29,5%, Pre Mezclas 25,4%, Jabón de tocador 24,5%, y Snacks, 18,1%.